Los requerimientos de agua están afectados por factores de clima, planta y suelo, que tienen influencia directa sobre el volumen y frecuencia del agua a aplicar.
Sólo cuando se logre relacionar adecuadamente estos factores y se coordinen ellos con la técnica de regadío más apropiado, será posible obtener máximos rendimientos.
Se entiende por riego la aplicación artificial de agua al suelo, con el fin de proveer las condiciones óptimas para el normal desarrollo de las plantas, para así obtener mejores rendimientos.
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